
Los coladores son utensilios utilizados para filtrar o separar sólidos de líquidos, o para enjuagar y escurrir alimentos. Suelen estar hechos de acero inoxidable, plástico, madera o aluminio. Tienen generalmente una forma circular, con una malla en el centro que es lo que permite filtrar los líquidos. La malla puede variar en tamaño, dependiendo de lo que se desee colar. Suelen tener mangos para facilitar su uso y agarre. Existen varios tipos de colador:
- Coladores de malla fina: son utensilios de cocina diseñados para filtrar líquidos y tamizar ingredientes con gran precisión. Su malla metálica, generalmente de acero inoxidable, permite separar partículas muy pequeñas, lo que los hace ideales para colar caldos y salsas, tamizar harinas y cacao, filtrar jugos y purés… Se encuentran en varios tamaños, desde pequeños para tazas hasta grandes para ollas y jarras.
- Coladores de malla gruesa: son herramientas similares a los de malla fina, pero con una malla más amplia, lo que les permite filtrar ingredientes de mayor tamaño o con más cuerpo, y permite un drenaje más rápido y eficiente. Suelen estar hechos de acero inoxidable o plástico resistente y vienen en distintos tamaños. Se usa para escurrir pasta y verduras, filtrar caldos y sopas, lavar ingredientes voluminosos, colar preparaciones gruesas, entre otros.
- Tamices: son ideales para eliminar grumos y aumentar la aireación y uniformizar la mezcla. Suelen tener una malla fina o muy fina, y el cuerpo en forma de disco. El uso del tamiz es clave cuando se busca obtener una textura fina y uniforme y eliminar impurezas.
- Colador cónico o chino: son utensilios de cocina con una forma distintiva de cono alargado que se estrecha hacia la parte inferior, diseñados específicamente para filtrar líquidos con alta precisión. Su principal ventaja es que permiten separar sólidos y partículas grandes de líquidos sin perder detalles finos, por lo que son muy utilizados en la preparación de caldos, jugos y salsas.
- Colador de té o infusor: suelen ser pequeños, lo suficiente para contener una o dos cucharaditas de hojas de té o hierbas. Pueden ser de varios tipos:
- Infusores de bola o esfera: son pequeñas esferas con una apertura en medio para poder meter las hojas y luego cerrarlo y meterlo en el agua caliente para que se haga el té.
- Infusores de malla: similar a un colador tradicional, pero con mango para facilitar la extracción del colador de la taza con agua.
- Infusores con formas: son más decorativos y suelen estar hechos de silicona. Con formas de huevo, pájaro, figuras, entre otros.
- Infusores de canasta: son más grandes que el resto de infusores. Ideales para jarras o tazas más grandes donde se necesiten mayores cantidades de té.
- Colador de fregadero: es un utensilio de cocina para filtrar restos de comida, grasa y otros desechos. Suele tener una forma circular y cuadrada, fabricados en acero inoxidable, plástico o silicona. Son de fácil limpieza, y es un accesorio muy práctico en la cocina para el mantenimiento de las tuberías.
- Escurridores o coladores grandes: son utensilios de cocina diseñados para manejar grandes volúmenes de alimentos o líquidos. Son similares al resto de coladores pero con un tamaño mayor. Pueden tener un diámetro que varía desde 25 cm hasta más de 40 cm.